"No son los más fuertes los que sobreviven, ni los más inteligentes. Sobreviven los más flexibles y los que más SE ADAPTAN a los cambios".
Está claro que el COVID-19 nos está obligando a ser más imaginativos, escucharnos, escuchar a los demás y ser creativos y resolutivos con los más pequeños, pero también con nosotros mismos. Hay que llenar horas de actividad entre cuatro paredes.
No estamos acostumbrados a estar encerrados y, lo que es peor, pensamos que, de alguna manera, somos inmunes. Quién no ha pensado "esto a mi no me va a pasar"? Este pensamiento nos invita a pasar por alto consejos y obligaciones.
Debemos ser vas fuertes que nuestro enemigo, que en este caso no es el virus, sino el confinamiento. El desconocimiento de esta situación extraordinaria. Cómo??? Debemos adaptarnos, acoplarnos y ser inteligentes.
Cuando el ser humano se enfrenta a una situación nueva, que le haga salirse de su zona de confort, debe pararse, analizar las nuevas circunstancias y saber qué beneficios le aporta el nuevo contexto.
Vamos a proponer 3 principales ideas
- ponerse horarios (para todos). Esencial para que cumplamos con todos nuestros objetivos y obligaciones. Desde la hora de levantarse hasta la hora de terminar nuestra actividad diaria (E INTENTAR CUMPLIRLO).
- proponerse retos y trabajar para alcanzarlos. Es importante medir en qué medida estamos consiguiendo estos objetivos y poder adaptarlos. Actividad física, leer, cocinar solos o acompañados.
- escuchar (y escucharse). Hablar con la gente cercana, con amigos, usar la video llamada y preguntar cómo están viviendo ellos el confinamiento. Escuchando podemos aprender.
Nos costará volver a la normalidad, pero cuando lleguemos seremos mejores en muchos sentidos.
